miércoles, 29 de octubre de 2014

ENKOS


Ian se acercó a Inok y lo ayudó a levantarse, él temblaba, se notaba su nerviosismo, sentía que no debía estar en ese lugar. Para nosotros esa actitud era desconocida, los Kai habíamos aprendido a mantener la paz y la serenidad hace miles de años, pero aquella criatura se encontraba fuera de sí, como si tuviese miedo de nosotros. Ian trató de tranquilizarlo pero no lo consiguió, entonces el comandante le dio una orden a Inok.

-Inok, hijo mío, ve con el pueblo, diles que pronto tendrán noticias nuestras, ya no temas más.

-Como ordene mi señor. –Respondió Inok.

El pequeño ser volvió a postrarse de rodillas, y luego de un momento salió de prisa sin regresar a ver, el comandante lo miró hasta que desapareció en un pasillo, luego se dirigió a su sitio y se sentó, los demás ancianos ocuparon también sus lugares. Argis, nuestro capitán, rompió el silencio.

            -¿Qué fue lo que sucedió en este planeta Comandante?

-Es una larga historia Argis. Pero, ¿puedo pedirte un favor? Deja de llamarme comandante, solamente llámame por mi nombre.
            -Pero eso va en contra de nuestro código, no puedo hacerlo.

-Han pasado miles de años Argis, ese código es historia. Nuestra misión, la de salvas Ariz se convirtió en la necesidad de sobrevivir.

-Pero nosotros no vivimos lo que ustedes vivieron en este mundo. El código sigue presente para nosotros.

-Es una orden, de hoy en adelante no nos llamaran por nuestros títulos o rangos, nos llamarán por nuestros nombres, hace mucho tiempo que no escucho a un Kai pronunciarlo. La orden es para todos los que acaban de llegar. No discutan, sólo entiendan que nuestra estancia en este planeta no ha sido lo que soñamos. Llegamos con el sueño de convertirnos en salvadores de nuestra raza y terminamos como desterrados de nuestro propio mundo. A veces pienso que haber perpetuado nuestra existencia fue un error.

-No fue un error, el sueño no ha terminado, ustedes empezaron algo que ahora podemos terminar, aún podemos salvarlos, ¿verdad Ian?

Ian se acercó al comandante y sonrió, extendió su mano para estrechar la suya.

-Ustedes nos dieron la oportunidad de llevar a cabo nuestro cometido. Su sacrificio no será olvidado, ustedes son en verdad dignos de admiración. Gracias Laam, gracias Comandante.

El comandante estrechó la mano de Ian, sonrió y se puso de pie. Luego se dirigió a la mesa de controles y encendió la pantalla. Imágenes con el día de su llegada al planeta aparecieron ante nuestros ojos.
           
-Cuando llegamos aquí, todos estábamos felices. Un mundo lleno de colores nos llenaba de esperanza. Lo primero que hicimos fue confirmar la información que habíamos recibido, analizamos la atmósfera para saber si era compatible con la nuestra, y lo era. Buscamos señales de vida inteligente, analizamos todos los espectros conocidos en busca de comunicaciones, no encontramos nada. Entonces decidimos descender a la superficie. Lo que encontramos fue maravilloso. Las criaturas eran hermosas, había cientos de especies y todas parecían inofensivas. Buscamos un lugar lo suficientemente grande para las tres naves. Durante días esperamos su llegada, mientras tanto observamos el comportamiento de esas criaturas, unas eran muy dóciles y otras usaban la fuerza para alimentarse de las más pequeñas. No se parecían a las de Ariz.

-Nosotros fuimos responsables de la extinción de cientos de especies. Replicó Ian.

-Tienes razón, por eso nos sentíamos absortos por ver tanta maravilla. Así pasaron algunos días, al ver que no llegaban decidimos salir de la nave. Por precaución usamos las armaduras aislantes, no confiábamos aún en la atmósfera.
Laam hizo uso de sus controles y cambió las imágenes por las que había guardado con su casco. Empezamos a ver lo que él había visto en su primera aventura fuera de la nave.

-Toda la tripulación salió aquel día, para ser honesto, creo que todos llenos de nervios y hasta temor. Pero al salir, las criaturas que rodeaban la nave empezaron a huir, ninguna se acercó. Poco a poco logramos tranquilizarnos. Revisamos el exterior de la nave, todo estaba perfecto, no había daños. Volvimos al interior, repetimos la tarea varios días seguidos, y decidimos no usar las armaduras, la atmósfera era estable en todo momento. Lo más importante fue conseguir provisiones, con tantas plantas no fue difícil conseguirlas. El agua también era muy pura, era más pura que la de Ariz, no hacía falta limpiarla, sin embargo lo hicimos por precaución. Pasaron tres meses antes de que decidiéramos empezar con la misión. Enviamos drones para analizar el terreno y buscar yacimientos de aurum. Los datos eran increíbles, había cantidades enormes del metal en muchos lugares, pero algunas locaciones específicas tenían concentraciones suficientes para llenar las naves cientos de veces. La tarea no fue sencilla, sin las máquinas que traen ustedes en su nave, se nos hizo muy difícil. Al principio fue sencillo recoger trozos de aurum regados en corrientes de agua, pero no era suficiente, lo que recogíamos en un día era insignificante.

-¿Porqué no crearon herramientas?

-Las creamos, pero un año después. Durante ese tiempo seguimos esperando que llegaran. Entonces nos dimos cuenta de que algo serio pasaba, A pesar de que los ingenieros de la nave dijeron que podían llegar yo perdí toda esperanza. Pero teníamos una misión y continuamos con ella. Pasaron años, creamos herramientas, pero éramos muy pocos, sin la maquinaria extractora no lográbamos alcanzar la meta diaria. Fue cuando todo empezó.

-¿Qué quieres decir con que todo empezó? Preguntó Argis.

-La intranquilidad, la tripulación se negaba a trabajar, no veían sentido en la misión. Los dos capitanes de las otras naves se reunieron conmigo para evaluar la situación. Todo terminó mal. Enlos, el segundo al mando de la misión quería volver a Ariz. No quería terminar su vida en un mundo extraño. Enkos, el otro  capitán, me apoyó y decidió continuar la misión. Eso sacó de su equilibrio a Enlos, perdió su control, la furia lo dominó. Volvió a su nave y cesó su participación en la misión.

-¿Cómo es posible que haya perdido el control?

          -No lo sé. No fue el único, muchos lo perdieron. Muchos dejaron de ser Kai, se convirtieron en seres incomprensibles, perdieron su disciplina, perdieron su identidad. La misión habría fracasado de no ser por Enkos.

CONTINUARÁ...

jueves, 9 de octubre de 2014

A dangerous mission



Ian was my teacher, a scientist who was chosen by the central government as leader of the exploration of a discovered planet. I had offered to volunteer for the expedition, I had just finished my basic training in science, I had almost no experience, and it was he who practically adopted me. There was no time to lose, the mission was too risky, the few energy resources of the planet were used to send the four ships of the fleet, and they were the last hope. So Ian did not resist, instead, he supported and always guided me. We had to travel to another system, one younger, a world full of life had been discovered, a world that could give us hope. A reconnaissance expedition travelled six cycles ago and sent the necessary information to us, that little planet could give us the material that our world needed, a material that could help restore our atmosphere. A sacrifice was to be done for the survival of our species. Upon arrival, Ian would be responsible for providing the energy needed for the ships to return. He was the key.

The farewell was very painful, it would be long before we could see our relatives and our friends again, but the mission and its objective were worth it. Upon returning, we would not see sad faces, but faces full of hope. We hugged them all and then went to the main platform, Ian watched me at the door, his eyes conveyed me peace, he was a good Kai. I hurried, I smiled and together we entered the ship, behind us many volunteers, soldiers, scientists and workers were joining an unknown adventure, practically on the other side of the group of stars.

The fleet set off without difficulty, the first ships to jump into the space-time wormhole were the military ones, before we could get to the planet they should inspect the surface to avoid any inconvenient for our crew. We saw the three military ships vanish before our eyes, we should wait for one planetary rotation to make the jump, so they could pave the way for our arrival. I saw one of the observation panels, our planet was beautiful, but it had become a desert. Wars and abuse of resources had led us to the edge of extinction. Scientists like Ian were who managed to prevent Kai disappear, but without resources the end was near, our atmosphere declined, soon, our world, our beautiful Ariz would die.

Ian woke me up, we should prepare for the jump, I was excited, we soon would enter the new system and would see the new planet, the one who would save us. The crew entered their incubation chambers. The captain announced the jump, I went to my chamber and began to feel sleepy, the ship suddenly started to shake, a blinding light surrounded us, I could not move, I did not feel my body, we had been explained what would happen in theory, but it was a unique experience, I felt one with the universe. However, shortly after the ship stopped, warning lights turned on, the chamber doors opened, I saw Ian get up and go immediately to the control room. Something had gone wrong.

We were ordered to remain in the incubation chambers, nobody gave us answers, I decided to talk to Ian, he would know how to explain what was happening. I went to the control room but two guards prevented me from going in, I could see the Captain and my mentor discussing, I waited until he came out, he got surprised when he saw me, his face looked very sad, his eyes did not shine, and despair possessed him. He took my arm and led me to his station. There he told me that the engine had failed pulling the ship out of the wormhole, which just meant we were in the middle of nowhere, far from our world and away from the mission. I did not know how much it would take to repair it, I was not sure we could do it, so he asked me to come into my chamber incubation. I looked at him and told him I would help him. that was the reason why I was there.

Time passed and we found no way to repair the engine, Ian realized that one of the main batteries lost power, so the engine did not survive the jump. Now the ship did not have enough energy to start again. We were stranded in space, without provisions we did not have much time. He decided to talk to the captain, he explained what happened, the mission had failed, Ariz and we were doomed to extinction. Then Ian had an idea, he could divert energy from a percentage of the incubation chambers, the engine may work, but that meant one thing, those whose cameras were to remain disabled would not reach the destination. Making a decision was devastating for Ian and the captain, they should sacrifice the lives of the crew in order to save our planet.

miércoles, 8 de octubre de 2014

REBELIÓN



El comandante, se acercó a la pantalla principal para ver los datos con más claridad, no podía creer lo que acababa de escuchar, regresó a ver a Ian y sus ojos lo cuestionaron. Los demás ancianos murmuraban unos con otros, incluso yo creí que mi mentor se había vuelto loco. Argis, le respondió tan honestamente como le fue posible.

-Ian, entiendo que tengas fe y que nuestro planeta aún existe, y eso es muy posible, pero nuestra raza se extinguió, los únicos Kai que quedan somos nosotros.
-Tienes razón. Respondió Ian. –En éste plano es muy probable que nuestra gente haya sucumbido ante los abusos de nuestro hogar. Pero podemos encontrar la forma de volver a Ariz con los recursos que necesita.
-Es imposible, deja de hacerte ilusiones.
-Soy un científico Argis. Toda mi vida la he dedicado a estudiar nuestro mundo, y el universo.
-Esto es distinto, no hay nada que podamos hacer ya. Es demasiado tarde. Dijo el Comandante.
-No lo es. Hace mucho tiempo, un científico desarrolló un experimento en Ariz, quería demostrar que el tiempo no era más que una dimensión en nuestras vidas, quería probar que el tiempo era controlable, pero a pesar de sus intentos no lo consiguió, la ciencia lo respaldaba, su teoría era perfecta, por lo menos para nosotros los científicos, pero no tuvo éxito.
-Y si no tuvo éxito, ¿por qué sigues recordándolo?
-Porque él nunca pudo viajar al espacio, nunca experimentó con otros campos gravitacionales. Su experimento siempre lo realizó con la gravedad de Ariz. Nosotros en cambio, viajamos usando otras condiciones, para nuestro segundo salto, cuando el primero falló, estábamos lejos de nuestra estrella y su campo de gravedad, por eso el salto fue distinto, el agujero debió cambiar sus propiedades, su tamaño, su efecto en nosotros.
-Eso es una locura. Dijo Argis.
-Mira a tu alrededor, ¿qué es lo que ves? Es el resultado de nuestro viaje, una prueba de que el tiempo es controlable, nuestros hermanos Kai han pasado vidas enteras aquí, mientras nosotros dormimos un poco. Es posible regresar Argis, y podemos hacerlo.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Porque tengo fe. Si nuestra raza hubiese estado destinada a extinguirse, no estaríamos aquí.

Los diez ancianos Kai se acercaron, sus rostros mostraban esperanza,  Ian y sus palabras les habían devuelto las ganas de vivir, uno a uno colocaron sobre el tablero de controles pequeñas cajas. El comandante hizo lo mismo y habló con Ian y el Capitán.

-Aunque suene a una locura, es la única esperanza que nos queda, haremos lo posible para llevar a cabo el plan que Ian tiene. Después de todo no hay nada que perder. Desde ahora estamos a tu servicio Argis.
-Estamos a servicio de Ian, es él quien sabe que debemos hacer. Respondió el capitán.
-Sé lo que debemos hacer, pero necesitaremos ésta nave, y la que está en este planeta. Necesitamos llevar de vuelta todos los recursos que podamos.
-ésta nave puede ser reparada, con tu ayuda y la de los otros Kai que llegaron; sin embargo, dudo que podamos usar la otra nave que está en este planeta.
            -¿Por qué? Tenemos vehículos que nos pueden llevar hasta donde está.
-Hay un mar que separa esta tierra de donde ellos están, ninguno de nuestros vehículos podrá llegar allí. Deben construir nuevos.
            -Eso nos tomaría más tiempo.
-El tiempo es lo de menos, tú mismo lo dijiste, el tiempo es controlable. El problema está en que el capitán de esa nave se rebeló.
-¿Rebelión? ¿Cómo es posible? Los Kai no somos así.
- Los Kai no éramos así, han pasado miles de años, ustedes no han cambiado, nosotros sí. Tuvimos que acostumbrarnos a éste planeta, a sus criaturas, a sus plantas, a su clima, es muy distinto al de Ariz. A pesar de que nos hicimos más saludables, empezamos a envejecer, y debimos tomar decisiones, fue cuando Ertos se rebeló.
-¿Ertos? Él era mi amigo, ¿cómo pudo rebelarse? ¿Por qué lo hizo? Preguntó Argis.
-Nosotros decidimos esperar por ustedes, y seguir con lo planeado, pero él no estaba de acuerdo, se olvidó de sus orígenes y de sus hermanos, decidió quedarse en este planeta y gobernarlo.
-¿Gobernar éste planeta? Nuestra gente estaba en peligro. Nuestra raza desaparecería, ¿Cómo pudo tomar semejante decisión?
-Argis, tú no has vivido miles de años. No sabes a lo que te enfrentarías. Hay muchas cosas que deben saber, sólo así podrán comprender lo que ha sucedido en éste lugar.

Ian escuchaba al comandante con mucha atención, entonces se dio cuenta de algo importante, el comandante había dicho que seguirían con lo planeado.

            -Comandante, ¿siguieron el plan? ¿Qué quiso decir con eso?
-Ian, ésta nave está llena de aurum, nos costó mucho conseguir todo lo que necesitas, pero lo hicimos.
-¿La nave está llena? ¿Cómo lo hicieron sin los equipos de extracción que trajimos nosotros?
-Tuvimos que inventar nuevas cosas, herramientas, maquinaria, algunas veces usamos a las criaturas de éste planeta para transportar el metal. Pero aún así no era suficiente, no hubiésemos llenado la nave si no hubiésemos logrado nuestra mayor creación.
-¿De qué habla comandante? ¿Qué fue lo que crearon?

El comandante no respondió, tampoco lo hicieron los otros ancianos, solamente voltearon su cabeza y miraron a Inok. El líder de las criaturas al sentirse observado se postró en sus rodillas y fijó su mirada en el piso. Ian, me miró absorto, yo quería entender a lo que se referían, entonces recordé el parecido de aquellas criaturas con nosotros.



Continuará…

miércoles, 1 de octubre de 2014

AGUJERO


El comandante nos guió por los pasillos construidos alrededor de la nave, en un momento llegamos a la puerta de, todo se veía muy antiguo, el paso de los años era muy notorio, algunas partes estaban rotas y muchas otras no se encontraban en su lugar. Ingresamos ya que la puerta estaba abierta, el interior estaba oscuro, casi no podíamos ver, Inok entonces descubrió su pecho y una placa metálica colgaba de su cuello, sobre ella tenía piedras de distintos colores, en total eran doce, cuatro verticales y tres horizontales, el Comandante se acercó y presionó las piedras en un cierto orden, la nave entonces recuperó la energía. Era un aparato que habían diseñado para que aquellas criaturas pudiesen manipular la nave. Todo se iluminó, los paneles, controles y sensores de movimiento empezaron a trabajar. En la pantalla se encendió la señal de nuestra nave, localizaba su ubicación en el planeta con detalle. El comandante se sentó en su silla de mando mientras los demás ancianos tomaron sus lugares y pusieron los controles a disposición de Ian. Nuestro capitán le entregó su dispositivo con los datos de nuestra nave, Ian tomó los suyos y accedió a la base de datos. Comparó los resultados y su rostro empezó a mostrar una mezcla de admiración y coraje. Cuando la comparación terminó nuestro científico estaba mudo.

-¿Lograste averiguar qué sucedió Ian? Preguntó el comandante.
-Sí. Ahora sé lo que sucedió. No lo van a creer.

Puso los datos en la pantalla principal de la cabina para que todos podamos verlos. Y empezó su explicación. Su voz temblaba de emoción y tristeza a la vez, escuchamos muy atentos y realmente nos sorprendimos hasta mas no poder.
   
-Las tres primeras naves viajaron como lo planeado, no tuvieron problemas como el nuestro, su energía fue constante y su viaje fue realizado en el tiempo programado. La nuestra en cambio no pudo hacerlo. Cuando ideamos la forma de dar energía de nuevo a la nave creímos que el viaje sería igual. Pero no fue así, cuando entramos en las cámaras de incubación no nos percatamos de lo que ocurrió, y eso fue nuestra condena.
-¿Condena a qué? preguntó el comandante.
-A perdernos en el tiempo.
-¿De qué estás hablando?
-La energía no abasteció al motor de gravitación como debería haberlo hecho, miren la pantalla, los registros no son constantes, hay siete fallas, indican que el motor prácticamente dejó de funcionar por momentos, de hecho se detuvo por segundos, y en dos ocasiones por minutos. En esos instantes, el motor no generaba las partículas aislantes que envolvían a la nave y permitían que viajemos a la velocidad de la luz y podamos saltar a un agujero de espacio- tiempo recortando el viaje. 
-Pero eso no debía ser un problema, al ingresar nuevamente al agujero ustedes debieron llegar casi al mismo tiempo que nosotros. 
-Mira de nuevo la pantalla, esos espacios indican cuándo se reingresó al agujero, algunas fallas duraron días. Y eso provocó la demora en nuestra llegada.
-Pero si sólo fueron días ¿por qué tardaron tanto en llegar?
-El agujero espacio tiempo no es igual siempre, no es una puerta que se cierra y al abrirla uno encuentra lo mismo. La fluctuación que existe entre el universo y los agujeros depende de muchos factores, la gravedad es uno de ellos, por eso al salir todos del mismo punto llegaron aquí por igual, porque el campo gravitacional de Ariz formó un agujero distinto al que nosotros entramos, de hecho, nosotros viajamos por muchos agujeros.
-Ian. ¿Cuánto tiempo tardamos en llegar? Preguntó el capitán.
-Según mis cálculos, 400.000 ciclos solares aproximadamente. 200.000 años en este planeta.

Todos enmudecimos, ahora estaba claro porque nuestros hermanos Kai habían envejecido tanto, y porque la nave estaba en medio de una civilización, nuestro entorpecido viaje había causado una demora que significaba prácticamente la extinción de nuestro planeta de origen. Argis sintió desconsuelo, una lágrima brotó de su ojo, algo que no había visto jamás en él. Ian se acercó y colocó sus manos sobre sus hombros.
-No desesperes, aún hay solución, de la misma manera que nuestro viaje demoró tanto, podemos hacer que nuestro regreso sea más corto, de hecho al pasado, podemos regresar a tiempo para salvar a Ariz.

Continuará…