jueves, 25 de septiembre de 2014

COMANDANTE



El llamado sacerdote se acercó a las cabinas una por una e ingresó el código para desactivar las cápsulas, poco a poco nuestros hermanos Kai iban recuperando la conciencia, nos dimos cuenta que les costaba trabajo salir así que los ayudamos, al vernos se sorprendieron, pero se alegraron enormemente. Aún vestían sus armaduras, descoloridas y abolladas, como si vidas enteras hubiesen transcurrido. Unos se levantaron y se apoyaron en las paredes, otros se arrodillaron y esperaron a que sus organismos reaccionen. Cuando se recuperaron del sueño inducido se dieron cuenta de lo que ocurría. El Kai que portaba la armadura de un comandante se acercó a nuestro capitán, colocó sus manos sobre sus hombros y lo llamó por su nombre.
-Capitán Argis.
-Comandante. 
-Ya no recuerdo cuanto tiempo ha transcurrido. Hemos estado esperándolos por siglos.
-No es posible, sólo nos demoramos días.
-Míranos, esto no ocurre en días. El comandante señaló a sus compañeros, todos habían soportado el paso del tiempo, todos habían vivido con la esperanza de nuestra llegada. Ian se acercó al comandante, y solicitó permiso para hablar.
-Comandante, el capitán Argis no miente, tuvimos un inconveniente con una batería de energía y eso demoró nuestro viaje por algunos días.
-¿Y cómo solucionaron el problema de energía?
Ian y el capitán se miraron, bajaron la cabeza y ninguno se pronunció. Entonces me atreví a tomar la palabra.
-Tuvimos que sacrificar a casi toda la tripulación para usar la energía de las cápsulas comandante.
-¿La tripulación? -¿Cuántos han llegado aquí?
-Solamente treinta, comandante. 
-Esto es el fin, toda la esperanza se ha terminado, no podremos regresar jamás.
-No estoy de acuerdo comandante. replicó Ian. -Si han podido establecerse en esta civilización, también podemos conseguir lo que hemos venido a buscar.
-¿Para qué quieres hacer eso científico inútil? Han pasado miles de años, nuestro mundo ya no debe existir. ¡Ustedes son unos bobos! Han cruzado la galaxia tardándose una eternidad, Ariz nos necesitaba, nuestra gente iba a morir y ustedes los condenaron.
-Nosotros no los condenamos, toda la raza Kai nos condenó, con su idiotez y su abuso de los recursos del planeta, no les bastó con utilizar todo lo que les quedaba, sino que iniciaron guerras para conseguir aún mas, perforaron el planeta, lo vaciaron por completo, contaminaron cada rincón de él. Al llamarnos bobos tienes razón, porque no debimos venir aquí, debimos dejar que nuestra raza cosechara lo que sembró. Por lo menos habríamos muerto junto a nuestra gente.
-Hace mucho tiempo que perdí la noción del tiempo, Ariz debió haber fallecido hace cientos de años. ¿Para qué quieres iniciar una campaña que no tiene objetivo?
-Comandante, yo no he perdido la esperanza, aún no entiendo lo que sucedió en nuestro viaje, necesito revisar sus registros de vuelo, compararlos con el de nuestra nave, solamente así podré descubrir que ocurrió.
-No veo objeto, pero tampoco veo problema, los registros están en la nave.
-Y las otras dos naves?
-Una está al otro lado del planeta. La otra ya no existe.
-¿Por qué? 
-Es una larga historia, han pasado miles de años en éste planeta, muchas cosas buenas y muchas otras terribles fueron parte de nuestra estadía. 
-Señor mío. Dijo el líder de las criaturas, que había escuchado todo lo que conversamos. 
-Inok. ¿Cuánto tiempo hemos dormido desde la última vez?
-Cinco años señor mío.
-¿Qué sabes de los otros?
-No hemos tenido noticias mi señor.
-Pero pronto estarán aquí, deben saber que los científicos han llegado.
-¿A quién se refiere comandante? preguntó el capitán.
-Vamos a la nave, ahí mientras revisan los registros les contaré la historia, ya no hay tiempo que perder.

El anciano comandante se apresuró por el corredor mientras Inok, ese era el nombre del líder de las criaturas, nos guiaba. Ian estaba ansioso por llegar, quería comparar los registros, quizá pueda encontrar la razón por la que tardamos miles de años.

Continuará...

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